Algunas preguntas para el Ministro de Economía

Por Juan C. Sánchez Arnau

Economista y diplomático

Dr. Juan Carlos Sánchez Arnau, es Economista, Doctorado en una Universidad Suiza y Diplomático de carrera. Se ha desempeñado como Embajador de la Nación Argentina en varios países. Fue Subsecretario en la Cancillería y en el Ministerio de Economía. Hoy coordina el equipo económico del Peronismo RepublicanoDirector del Departamento de Economía de la Fundación Encuentro.

El Ministro de Economía está buscando un apoyo amplio para su posición negociadora ante el “staff” del Fondo Monetario Internacional, posiblemente porque la posición hasta ahora exhibida no logra concitar el acuerdo de la otra parte. El pedido de apoyo está circunscrito a tres puntos: “sendero fiscal”, emisión monetaria y nivel de las reservas. Hay dos aspectos a señalar:

1) si bien estas tres variables son importantes no son todo el acuerdo. Hay varios otros puntos, mencionados expresamente en el último comunicado del “staff” del Fondo que estarán en discusión y sobre los que hasta aquí solo se sabe que “hubo un entendimiento general sobre la necesidad de”:

  • “Mejorar de manera gradual y sostenible las finanzas públicas..”
  • “dando lugar a las tan necesitadas inversiones en infraestructura, tecnología y
  • “gasto social focalizado”
  • “Abordar la alta y persistente inflación que requiere un enfoque múltiple que..
  •  implique una reducción del financiamiento monetario del déficit fiscal”
  • “Una política monetaria adecuada con tasas de interés reales positivas y
  • “Una coordinación de precios y salarios”,
  • “respaldado por políticas para acumular reservas internacionales…
  • “incluyendo mediante la promoción de la inversión extranjera directa y las exportaciones”.
  • “Medidas para desarrollar el mercado de capitales interno”,
  • “fortalecer la efectividad del gasto público,
  • “y mejorar las operaciones de política monetaria”

“Un amplio apoyo, tanto a nivel nacional en Argentina como de la comunidad internacional, sería fundamental”.

2) Además, como aquello que se está negociando es una Facilidad Extendida, también cabe preguntarse acerca de las “medidas de fondo” que van a incluirse en el Acuerdo para hacer posible que los objetivos fiscales, monetarios y cambiarios perseguidos sean sustentables en el tiempo. Por ejemplo, la reforma impositiva y laboral necesarias para promover las “tan necesitadas inversiones” o la reforma de la Carta del BCRA, para hacer posible la mejora de “las operaciones de política monetaria” y “las políticas para acumular reservas internacionales”.

En todo caso, aún cuando las inquietudes se limitasen a los tres temas mencionados por el Ministro, hay muchas preguntas que los Gobernadores y los legisladores convocados deberían plantearle. Por ejemplo, en materia fiscal: ¿qué medidas cuenta adoptar para asegurar un nivel adecuado de transferencias a las provincias y en especial para asegurar la continuidad de las obras públicas comprometidas con ellas? ¿qué medidas va a tomar para evitar que la atenuación, primero, y la eliminación después, del déficit fiscal se haga bajando el gasto público de la Administración Central o conteniendo el déficit de las empresas públicas y no mediante la creación de nuevos impuestos o el aumento de la presión impositiva? ¿qué medidas están previstas para que el gasto social sea “focalizado” y cómo influirán esas medidas sobre los actuales niveles de transferencias y subsidios sociales que reciben las provincias? ¿si los acuerdos de precios previstos van a afectar los ingresos de los productores y especialmente de aquellos de las “economías regionales”? o ¿qué medidas se tomarán para evitarlo?

Con relación a la emisión monetaria que se supone que se tratará de limitar a la par que el déficit fiscal, sería necesario consultar al Ministro acerca de ¿cómo influirá la aplicación de “tasas de interés reales positivas” (que en parte debería lograse mediante la baja de la inflación) sobre el crédito privado y su capacidad de financiar inversiones? O ¿cómo afectará a las deudas contraídas por el Tesoro y, especialmente, al importante stock de Letras de Liquidez (Lelics) emitidas por el Banco Central?

En lo que hace al nivel de reservas, la primera pregunta obligada (y que seguramente no podrá o no debería responder públicamente el Ministro) es ¿si cuenta devaluar y a qué ritmo la moneda local? En su lugar cabe preguntarle ¿qué medidas de política cambiaria y monetaria tiene previsto adoptar para acortar “la brecha” entre los diferentes tipos de cambio? Y más importante aún para muchas provincias, si para aumentar las reservas ¿se van a tomar medidas para promover las exportaciones, tales como eliminar las retenciones (o a qué ritmo se va a hacer) y todas las demás restricciones a las exportaciones?

Finalmente, y apuntando al comentario del “staff” sobre la necesidad del apoyo internacional, también sería conveniente consultar al Ministro si considera que los esfuerzos del Gobierno nacional para promover la CELAC e incluso para presidirla o la política de mayor o menor apoyo a las dictaduras de Venezuela, Nicaragua y Cuba ¿van en el sentido indicado o limitan las posibilidades de alcanzar aquel apoyo de la “comunidad internacional” a la que se refiere el comunicado?

Estas preguntas son mucho más importantes para el futuro de la política económica y para la salud económica de los argentinos que volver a discutir sobre la pertinencia o no del préstamo Stand-by tomado por el gobierno anterior, tema que ya fue zanjado por el informe de la Auditoría interna del FMI y por las conclusiones que surgieron de su discusión por el Directorio. Estas conclusiones, y en particular las que señalan que el fracaso de aquel préstamo se debió a “que la estrategia y la condicionalidad no fueron suficientemente robustas como para encarar los problemas estructurales profundamente arraigados, incluyendo las frágiles finanzas públicas, la dolarización, la elevada inflación, la débil trasmisión de la política monetaria, el pequeño sector financiero doméstico, y la estrecha base exportadora”. Si el Ministro está buscando apoyo para satisfacer otros objetivos que no sean los mencionados en la declaración del Directorio, difícilmente logrará llegar a un acuerdo y no hay razón para apoyar una gestión condenada de antemano al fracaso.

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