Por Cristina Tammone
El derecho a la ciudad ha sido reconocido por la UNESCO como un derecho humano colectivo. Las Ciudades tienen un rol trascendental y natural, con vida propia. Además, tienen base real y sociológica como señala el Dr. Néstor Losa. En las ciudades es donde se desarrolla la vida social, la economía, las normas de convivencia, la política local y la cultura. También cuentan con el sentido de pertenencia llamado identidad, como ser marplatense, vidalense, dolorense etc.
En las ciudades se desarrolla la política y se crean los partidos políticos locales. Surgen los líderes políticos en el territorio y según la gestión que realicen les va a permitir acceder a cargos electivos provinciales y nacionales.
Las ciudades integran los municipios, forman parte del armado federativo y gozan de autonomía reconocida constitucionalmente y en destacados pronunciamientos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Con la pandemia hemos tomado conciencia de que se puede trabajar de manera distinta y empezamos a ver los beneficios del teletrabajo, esta mutación urbana nos permite ver que se están generando nuevas oportunidades económicas a través del mundo digital y que se puede vivir y trabajar de otra manera.
El mundo ha cambiado hay que adaptar las instituciones ante las nuevas demandas sociales de mejor calidad de vida. El derecho a una mejor vida urbana, con ciudades descentralizadas, modernas, policentricas, multiserviciales, inteligentes o las más recientes ciudades de quince minutos como nos habla Carlos Moreno[1], una idea urbana de ciudad eficiente y moderna, en la que todos sus habitantes puedan desarrollar sus actividades a tan solo 15 minutos de sus viviendas como la salud, la educación, el trabajo, el abastecimiento, el trabajo, los colegios y el ocio.
Los municipios en virtud de la autonomía y el lugar que ocupan dentro de la estructura federal tienen los medios jurídicos constitucionales conducentes para ofrecer una mejor calidad de vida y una convivencia pacífica.Pero para todo eso se necesita un cambio de paradigma en la forma de vivir y voluntad política para planificar ciudades más humanas, inclusivas, accesibles sostenibles y ecológicas, con barrios autosuficientes y que posibiliten una mejor calidad de vida y que tengan un equilibrio económico y social. Además ciudades seguras con normas claras y con sistemas propios de justicia en busca de la paz social, ya que si hay justicia hay paz.
El Municipio es el lugar más inmediato y próximo que tienen los ciudadanos para la solución de los conflictos y reclamar por sus derechos cuando son vulnerados, además de brindar asistencia inmediata a los habitantes por el principio de subsidiaridad.
El gobierno federal reconoce la importancia de los gobiernos locales a la hora de crear políticas adaptadas a las necesidades de sus comunidades.
La autonomía municipal es vital en el federalismo moderno, permite a los gobiernos locales tomar decisiones que beneficien a sus comunidades.
[1] Carlos Moreno, profesor asociado y director científico de la cátedra de Emprendimiento-Territorio-Innovación (ETI) en la Sorbona e investigador experto en transformaciones urbanas