Por Juan C. Sánchez Arnau y Matías Pascual*
Nivel de empleo
El informe más reciente del INDEC sobre el mercado de trabajo en la Argentina reúne
información recogida a fines del año pasado en los 31 aglomerados urbanos que cubre la
Encuesta Permanente de Hogares. De allí surge la existencia de una cierta reacción positiva
después de la contracción experimentada entre 2019 y 2020, volviendo la mayoría de las
variables a niveles cercanos a los previos a la pandemia o a los de 2017. Así, entre diciembre de
2020 y el mismo mes de 2021 el nivel de desempleo cayó de un 11% al 7% de la población
ocupada. Esta ascendió a fines de ese período a 12,644 millones de personas, un nivel
ligeramente superior al registrado en diciembre de 2019 previo a la pandemia (12,240). Por otra
parte, la “Población Económicamente Activa” (PEA), es decir la que tiene trabajo más la que lo
busca alcanzó a las 13,590 millones de personas, cifra significativamente superior a la de
diciembre de 2020 (12,942) y similar a la de diciembre de 2019 (13,436). Esto quiere decir que
durante el 2021 unas 648 mil personas se reincorporaron al mercado de trabajo.
Durante 2021 se normalizaron además algunos parámetros que habían sido afectados como
consecuencia de las restricciones introducidas por la pandemia. La proporción de ocupados
ausentes (por enfermedad o por ser parte de la población vulnerable), que había sido del 6,3% a
fines de 2020 y alcanzó un pico del 9,4% el primer trimestre de 2021 como consecuencia de la
variante delta y las consecuentes restricciones, cayó al 2,4% para el último trimestre del año.
Del mismo modo, la cantidad de personas ocupadas con trabajo desde la vivienda ( “home
office”) disminuyó casi a la mitad, de un 20,2% en diciembre de 2020 a 10,5% en el mismo mes
de 2021.
Según el informe del Ministerio de Trabajo sobre “Situación y evolución del trabajo registrado”
la recuperación del nivel de empleo se vio liderada por el sector privado: el empleo registrado
privado creció entre febrero de 2021 y el mismo mes de 2022 un 3,3% contra un 2,9% del
empleo público. En conjunto se incorporaron 551,3 mil trabajadores registrados.
Por modalidad de ocupación, es importante destacar que en febrero de 2022 se contabilizaron
9,875 millones de personas asalariadas registradas (incluyendo al sector privado, sector público
y el trabajo en casas particulares) y 2,635 millones en el trabajo independiente (monotributistas
y autónomos). Según el informe del INDEC, los asalariados representan un 73% del total de los
trabajadores de los 31 aglomerados urbanos mientras que el 27% restante son trabajadores
independientes.
Los sectores con el mayor número de trabajadores son: comercio (19,2%); industria
manufacturera (11,9%); servicios financieros y empresariales (11,3%); enseñanza (8,8%);
administración pública y defensa (8,8%), y construcción (8,4%). Casi todas las ramas de actividad
mostraron a fines de 2021 mejoras en el nivel del empleo con respecto a finales de 2020, con
las excepciones de la construcción (-0.4pp), los servicios sociales y de salud (-0.2pp) y el servicio
doméstico (-0.1pp).
La Población Económicamente Activa (PEA) es del 46.9% de la población en edad de trabajar y si
bien es un porcentaje que registró una cierta mejora, sigue estando 0,3 p.p. por debajo de la de
fines de 2019. Debemos señalar que la PEA de la CABA es la más alta del país, 53%, ligeramente
inferior a la de Uruguay (51,9%) pero muy por encima de la señalada media nacional. Esto
implica que aún hay mucha población fuera del mercado de trabajo, ya sea por falta de
oportunidades o por decisión propia: porque el bajo salario real y su deterioro más o menos
constante no incita a trabajar o porque el costo de ir a trabajar no se compensa con lo bajo de
los salarios. La abundancia de planes sociales también puede justificar estos números. Un dato a
destacar -que podría corroborar esta última afirmación- es que la tasa de actividad de Formosa
es del 35%, la más baja de los 31 aglomerados y la única por debajo del 40%, junto con
Viedma-Carmen de Patagones (39.5%)
Otro hecho preocupante es que los desocupados con tiempo de búsqueda superior a los 6
meses llegaron al 56,3% de los desocupados y que aquellos que llevan más de 12 meses son el
45,7% del total, el valor más alto de la serie desde 2017 y un 70% más elevado que el registro
de fines de 2020 (26.7%). Esto representa una masa creciente de desocupados permanentes,
que al retirarse del mercado de trabajo explican las bajas en la PEA o en la tasa de actividad.
En lo que a la desocupación por género y edad se refiere, se mantiene la marcada
discriminación laboral en contra de los jóvenes y las mujeres. El grupo etario de 30 a 64 años es
el que registra las tasas más elevadas de empleo, tanto para los varones (87,7%) como para las
mujeres (65,8%) La tasa de desempleo del 7% está dividida entre un 7,7% para las mujeres y un
10,2% para los varones. Para las mujeres la tasa de desocupación de la franja 30/64 años fue del
5,3% y para la franja 14/29 años ascendió al 16,2%. Entre los varones, los valores fueron: 4,1%
para los mayores y 13,5% entre los jóvenes.
Distribución regional del empleo y el desempleo
Con una media nacional del 46,9% la tasa de actividad más elevada se encuentra en CABA
(53%); Gran Córdoba (50,2%); Gran Rosario, Gran Mendoza y Mar del Plata (todos por encima
del 49%). En estos cuatro grandes centros encontramos también algunas de las tasas más
elevadas de desocupación. El Gran Buenos Aires presenta una tasa de actividad más baja que
varios centros urbanos de la Provincia (46,3). El resto de los aglomerados del país presentan
tasas de alrededor del 44%, con la excepción ya señalada de Formosa.
En lo que a desempleo y subocupación se refiere, como ya señalamos las tasas para el conjunto
de los 31 centros urbanos estudiados fueron del 7% y 12,1% . El distrito más afectado es el Gran
Córdoba, con una tasa de desocupación del 10,1% y una subocupación del 17,2%. Un caso
diferente es el del Gran Mendoza que, con una desocupación ligeramente por debajo de la
media (6,8%), presenta una subocupación muy elevada (19,1%). Otro distrito con un nivel muy
elevado de desocupación son el Gran Resistencia y Mar del Plata, ambos con un 8,4%. Cabe
señalar que la mayor parte de los restantes distritos presentan niveles de desempleo por debajo
de la media y muchos de ellos con tasas del orden del 4%, con la excepción del Gran Buenos
Aires, donde la desocupación llega al 8,2%. Las tasas más bajas de los 31 aglomerados se
encuentran en Santiago del Estero-La Banda (1,9%) y Viedma-Carmen de Patagones (1,6%),
ambos con niveles de subocupación muy por debajo de la media, pero con tasas de actividad
bajas (42,5% y 39,5% respectivamente).
El largo plazo
Mirando esta situación con una visión de largo plazo, podemos observar también un cierto
deterioro entre 2017 y 2021. Así, los trabajadores ocupados demandantes de empleo pasaron
del 14,7 al 17,4% y los subocupados demandantes del 7,2 al 8,6%. Agregando a ellos los
trabajadores desocupados en ambos períodos, podemos estimar que los trabajadores con
problemas laborales han pasado del 28,9 al 33% del total. Transformando estos porcentajes en
cantidad de trabajadores, nos encontramos hoy con casi un millón de desocupados en los
centros urbanos estudiados (947 mil), de los cuales más de la mitad se encuentra en los
partidos del Gran Buenos Aires (480 mil). Es muy importante señalar también que, de la
población ocupada (12,644 millones de personas, como se indicó al comienzo), 2,362 millones
son también demandantes de empleo y que hay otro 1,647 millón de personas subocupadas.
Esto nos lleva a una cifra de casi cinco millones de personas con problemas laborales (ya sea por
desempleo o insuficiencia de ingresos) a fines de 2021 (4,956 millones). Agreguemos a ello, que
aún hoy hay un 10,6% de los trabajadores asalariados que no registran descuentos jubilatorios.
A la creciente precariedad laboral (expresada por el número de desocupados y demandantes) se
agrega a la limitada recuperación del salario real derivada de las elevadas tasas de inflación:
durante el periodo febrero 2021 a febrero 2022, es decir en plena recuperación de la economía,
la remuneración promedio de los trabajadores registrados creció un 53.7% contra una inflación
acumulada del 52.3% para dicho periodo, lo que dejó a los trabajadores una leve ganancia en
términos reales después de la recesión del período anterior.
*Director e investigador del Departamento de Economía de la Fundación Encuentro Federal